Estimados consiervos y compañeros de milicia.

¡Cuán importante es discernir los tiempos y entender el calendario del Señor para esta generación! Es innegable que estamos viviendo tiempos nuevos y desafiantes en la obra de Dios en nuestro país. Y la oración que levantamos ante el Padre Celestial es que El nos ayude para saber alinearnos con la ruta que el Espíritu Santo viene trazando, para así desatar el tan ansiado avivamiento, a nivel nacional.

En estos días, muchos consiervos estamos tomado mayor conciencia sobre cómo se han ido entretejiendo cada vez más las "redes de ministerios amigos", desde aquella primera reunión que se convocó a fines del año 2000, junto a un puñado de pastores, que iniciamos tímidamente el proceso de lo se dio en llamar “Visión Celular”. La motivación central en aquel momento (y así debiera mantenerse) fue la de propiciar un ambiente de apoyo mutuo, donde pudiésemos motivarnos a clamar por un avivamiento, buscar un permanente renuevo de unción, compartir experiencias y estrategias para extender esta visión a las diferentes congregaciones interesadas, y transmitir un compañerismo restaurador, para que ningún obrero del Señor cayera en desánimo y/o soledad ministerial, lo cual lamentablemente ha provocado tanto daño entre los colegas ministeriales uruguayos.

Sin duda que, si miramos para atrás, podemos afirmar que el camino ha sido sumamente positivo Un importante grupo de pastores, de las más diversas denominaciones, hemos estado capturando la "Unción de multiplicación" para atrevernos a conquistar miles para Cristo, y un creciente "espíritu de fe" ha estado desalojando la mentalidad pesimista y depresiva que por tantos años prevaleció en Uruguay, inclusive entre los líderes cristianos. ¡Gloria a Dios!

Pero, creemos que la Iglesia -como Cuerpo, no como "entidad religiosa"-, y sus líderes, han llegado a un tiempo donde es vital tomar decisiones y encarar sin miedo las siguientes etapas, que sin dudas desatarán la mayor manifestación de la gloria de Dios sobre esta tierra. Es el tiempo oportuno para creer, pedir, buscar y experimentar la restauración completa de los cinco ministerios, según se nos revela en Efesios 4:11.

En el contexto mundial, el oleaje del Espíritu Santo viene creciendo con fuerza hacia una dirección definida: restaurar el ministerio apostólico como cabeza de gobierno y catalizador de todos los ministerios, para así impulsar el desarrollo del reino de Dios, en un empuje misionero sin precedentes, para conquistar cada pueblo y nación para Cristo.

Así como trabajó nuestro Señor Jesucristo, preparando y enviando a sus discípulos, así también trabajó el apóstol de mayor multiplicación de obreros, Pablo. Y así están trabajando hoy día los ministerios de punta, que están viendo el respaldo de Dios en cuanto a "calidad,", "cantidad" y "velocidad" en la cosecha, en los cinco continentes.
En ese sentido, hace ya unos años, un grupo considerable de pastores consiervos de todos los trasfondos y denominaciones evangélicas, hemos estado orando, ayunando y buscando confirmación del Espíritu Santo. Hemos analizado, a la luz de la Palabra de Dios, todo lo referente a lo apostólico y profético. Como asimismo, hemos estado  viendo modelos apostólicos de impacto que actualmente están sacudiendo el mundo. Ya un tiempo prudencial ha transcurrido desde entonces y, también por experiencia propia de varios colegas uruguayos (que ya están trabajando con el modelo y la cobertura apostólica), podemos asegurar que se nota la notable diferencia de servir al Señor bajo un ministerio apostólico-profético.

Entendemos que es más que un título, es más que una "moda evangélica", y es mucho más que una afiliación formal: es caminar bajo la gracia y la autoridad que Dios ha diseñado en el modelo original de Su Iglesia. Es redescubrir la importancia de la "paternidad espiritual" y potenciar el crecimiento bajo esa perspectiva.

En 1ª Corintios 4:15 leemos: "...aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres..." ¡Esa es la cuestión! Muchos de nosotros hemos caminado por años sirviendo a Dios bajo “ayos”, "ayudadores", "cuidadores", "consejeros", "tutores" y gloria al Señor por ellos. Pero, hay un modelo mejor: la paternidad espiritual, vale decir, fluir con el ministerio de los apóstoles. Porque eso es lo que justamente oficia un apóstol, el de ser “padre”.

Uno de los problemas crónicos que la Iglesia ha arrastrado por años, con las evidentes consecuencias de inestabilidad, inmadurez y divisiones permanentes es éste: muchos predicadores, muchos oradores, muchos conferencistas, y hasta quizás demasiados maestros... ¡pero pocos "padres"! Y los resultados ya son conocidos por todos, muy pocos son los "hijos" que han crecido bajo una crianza y formación adecuada.

Bajo nuestra concepción tradicional, jamás aceptaríamos que una iglesia pueda existir sin pastor. Pero ¿por qué sí puede existir una iglesia sin profetas, sin maestros y sin evangelistas...? ¿y  qué de los apóstoles para edificar al Cuerpo? Porque es un ministerio con amplitud de alcance, no limitado para una congregación o un concilio denominacional. Es un don de Cristo para "todo Su Cuerpo".

¿Qué es lo esencial que un "padre terrenal" brinda y que el Padre Celestial dota a los apóstoles para que lo transfieran a su pueblo? Un buen padre es aquel que asume el compromiso y la responsabilidad para que sus hijos reciban:
1)Identidad: quién soy yo y para qué estoy en este mundo.
2)Auto-estima: cuánto valgo y cómo debo apreciarme.
3)Seguridad: quién se ocupa de protegerme.
4)Provisión: cuáles son mis recursos para vivir.
5)Cobertura: con qué respaldo puedo contar.

Por todo lo aquí expresado, el resumen es simple y puntual: debemos abrazar sin temores ni prejuicios el mover mundial del Espíritu Santo, honrando la autoridad de los apóstoles que ya gozan de reconocimiento corporativo, y disponiéndonos a reconocer a otros hombres de Dios que han venido desarrollando este oficio, sirviendo al Señor con fidelidad y engendrando hijos ministeriales; o en otros casos, convirtiéndose en "padres adoptivos" de líderes huérfanos de cobertura.

Queridos hombres y mujeres de Dios del Uruguay: si así lo continuamos haciendo, comprobaremos que la gloria postrera será mayor que la primera, que el fin del negocio será mejor que su comienzo, y que el mejor vino será derramado para la última y mejor hora de la boda. Uruguay está indefectiblemente señalado como "cabecera de playa" para recibir un "desembarco" glorioso del reino de Dios para un gran avivamiento. ¡¡Así lo creo!!

Lamentablemente, tenemos muchas cosas espurias dentro del Cuerpo de Cristo. Los seudo-pastores, manipulados por las vendas mágicas de la Masonería, si no se arrepienten y cancelan sus pactos, serán desenmascarados vergonzosamente y recibirán la sentencia del Cielo (Daniel 4:17). Asimismo, nuestra nación se hunde en una crisis moral y social sin  precedentes. Los afroumbandistas y hechiceros de todo género, incluyendo la Nueva Era con todas sus vertientes demoníacas, asolan nuestra querida tierra. Pero, entendemos que si juntos restauramos el ministerio apostólico, experimentaremos un genuino avivamiento. Y empezaremos a ver el mayor retroceso de los seguidores de Satanás. La secta Moon, y otros grupos humanistas ateos empezarán a despedirse del poder controlador de los medios de comunicación. En tanto que, aun dentro del pueblo católico, entendemos que la rama carismática experimentará un caudaloso río de visitación y muchos laicos serán usados como cauces de avivamiento.

En este resumen retrospectivo, recordamos el grupo de 84 pastores y pastoras de Uruguay, que en los primeros días del mes de junio del año 2005, viajamos a Guatemala, donde participamos de una Convención Internacional de Líderes, en la Iglesia “Casa de Dios” (del Ap. Cash Luna). En dicha ocasión, fuimos ministrados por líderes calificados, y vimos cómo funcionaban de una manera práctica y ungida, las “redes apostólicas”. Al retornar de este viaje, quedamos muy marcados y desafiados respecto al tema. Por lo cual, acordamos en citarnos para ir conversando sobre el asunto, que éramos conscientes de que era algo nuevo, “urticante” y difícil de afrontar, pero que era necesario implantar en el Uruguay.

Fue así, que inspirados y guiados por el Espíritu Santo, luego de retornar de este viaje a Guatemala, nos juntamos un importante grupo de pastores. En la ocasión, estuvimos explicando y compartiendo sobre lo que significaba estar bajo una cobertura apostólica, donde los pastores presentes expresaron que la iglesia uruguaya debería ser restaurada en los cinco ministerios. Por tal motivo, quedamos desafiados,  y se sugirió el orar a Dios, para que en nuestro “paisito” las cosas comenzaran a cambiar. A su vez, se habló en la oportunidad, de que en Uruguay ya era tiempo de levantar una “red de apóstoles” uruguayos, para que comenzara a ser derramada la bendición de Dios sobre esta tierra. Pues, entendíamos que estábamos en condiciones de hacerlo, en madurez cristiana.

Es así, que nuestros nombres comenzaron a ser tenidos en cuenta, siendo respaldado por muchísimos pastores de diferentes denominaciones, ya que era considerado por una cantidad considerable de líderes consultados en todo el país, de que teníamos sobre nuestra vida un “manto apostólico”, el cual no solamente había sido confirmado por muchos de nuestros pares acá en Uruguay, sino que fue afirmado también en Guatemala (en el mencionado viaje) por palabras proféticas de reconocidos profetas del Señor. Como la mayoría sabrá, el Señor ya nos había usado en cuanto a la unidad y al pastoreo de pastores, por más de veinte años en nuestro país.

En esa época, no nos cabían dudas que Dios estaba movilizando todo esto para que en Uruguay fuera restaurado firmemente el ministerio apostólico.

En la ocasión de una reunión de pastores que fuera convocada, el 20 de agosto del 2005, se llegó a un consenso general de que se debería hacer un acto de reconocimiento público, apartándonos y ungiéndonos, como apóstoles. Que todos los que estaban en el mismo sentir y en la misma línea de pensamiento, hicieran un culto especial, donde  todos pusieran sus manos sobre nosotros, ungiéndonos para dicho ministerio, que de hecho estábamos  ejerciendo, pero ahora ellos querían reconocerlo.

El sábado 10 de diciembre del 2005, ante más de 600 líderes de todo el país, y de diversos trasfondos denominacionales, en el marco del Primer Congreso Apostólico y Profético, realizado en el Hotel “Sheraton”, auspiciado por el entonces E.T.I. (Equipo de Trabajo Interministerial), fuimos apartados como apóstoles, con la presencia y ministración a tal efecto, de los Apóstoles Wissam Halawi (de Brasil),  Alex González (de Guatemala) y Nuno (de Portugal).

Por ello, ante la solicitud de varios consiervos, se citó a una reunión, el sábado 26 de diciembre del 2005, en Lomas de Solymar, para crear una Red Apostólica, Más de 30 consiervos y consiervas, que nos  pidieron la cobertura apostólica, estuvieron presentes, creándose en la oportunidad la Red Apostólica “Nuevo Amanecer”. En dicha ocasión, se marcaron las pautas y parámetros en las cuales caminaríamos juntos en esta red. Se intercambiaron ideas, en el entendido que todo era algo nuevo para todos nosotros, y queríamos hacer las cosas con orden, respeto y prolijidad como corresponde a siervos de Dios.

Nuestro Dios ha ido solidificando esta red, en estos cuatro años transcurridos. Ya somos 19 iglesias y 37 consiervos que caminamos juntos en cobertura.  Recién estamos en una etapa de conocernos entre nosotros, de afirmación de los principios apostólicos. Ha sido una experiencia altamente positiva para todos nosotros. Pero, el desafío es crecer tanto en el número de iglesias y pastores que se integren a nuestra red, como en la calidad espiritual y la revelación profunda de los secretos de Dios, en su Palabra, referente a lo apostólico y profético.

Otras de las lindas satisfacciones que el Señor nos ha dado, es que pudimos impulsar la creación del C.A.D.U. (Consejo Apostólico del Uruguay), un organismo que nos une a la mayoría de los apóstoles que ministramos en nuestro país. Instituimos el mismo, en marzo pasado, siendo un lugar referente para el mover apostólico en nuestra nación. Oramos al Señor, para que en el próximo año podamos verlo crecer, tanto en número como en solidez, con los objetivos que hemos trazado para el mismo. Para así establecer una cultura de Reino en el Uruguay, siendo autoridad espiritual para traer la voluntad de Dios, y hacerla visible y manifiesta, pues entendemos que como apóstoles, hemos sido llamados a ser la voz de cambio, reforma y transformación para el Uruguay.
Hemos considerado importante, que esta nueva etapa, era necesario que tuviéramos una página en Internet, que nos identificara, para información, y unidad de nuestra red. La misma es:
www.redapostolicanuevoamanecer.50webs.com Sugerimos, que nos envíen sus noticias destacadas, de cada mes, motivos de oración, fotos de eventos, estudios bíblicos o sermones de Uds., que puedan ser de bendición y fortalecimiento espiritual a todos los que lo lean. Así, las colocamos en este sitio web, y muchos podrán ser alcanzados y bendecidos al acceder a la misma.

Hermanos, ¡este año 2010 es un tiempo estratégico para avanzar! Con Graciela, cada vez más, sentimos fuertemente bajo convicción del Señor, que somos la generación de la conquista y transformación. Y nos preguntamos, si no lo hacemos ahora, ¿cuándo? Si no lo hacemos aquí, ¿dónde? Y si no lo hacemos nosotros, ¿quiénes?  ¡Adelante, queridos amigos y compañeros de la Red!  Lo mejor aún está por venir, lo grande y sorprendente está delante de nosotros, para que lo conquistemos.

Reciban un abrazo fraterno de vuestros servidores, en Cristo Jesús.

Daniel y Graciela Kernke
Apóstoles de Jesucristo

“Como está escrito: cosas que ojo  no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1ª Corintios 2:9)
Del corazón de los apóstoles…
Bienvenidos!!!